El Alba de los grandes retos tiene uno enorme ante sí. La afición de los grandes desplazamientos prepara uno enorme para hoy. Y cuando ambos conceptos se fusionan, se encuentran y se coordinan se convierte todo en un escenario ideal. Y ahí es donde quiere estar el albacetismo.
Desde las 18:30h, el Albacete Balompié visita el feudo del líder. Saltará a esa hora al estadio Martínez Valero para verse las caras con el Elche CF en uno de los duelos más apetecibles y coloridos de la 36º fecha de LaLiga Hypermotion.
Porque el partido tiene alicientes de sobra y datos que invitan a pensar que se vivirá un intensa tarde sobre suelo ilicitano. Y en ambos flancos. Y es que el conjunto franjiverde está en la cima de la tabla con 66 puntos, encadena seis partidos seguidos sin perder y el dato más impresionante de todos: lleva diez triunfos seguidos como local. Diez. Uno detrás de otro. 30 puntos de los últimos 30 en casa.
Ante eso ha de jugar el Albacete, que si algo ha demostrado este curso es que se desenvuelve mejor cuando más adverso es el escenario. Y este escenario, por lo tanto, es ideal. Tras la dolorosa derrota, e inmerecida, de la semana pasada ante el Granada, vuelve a viajar con el objetivo de seguir mejorando sus números a domicilio, su gran asignatura pendiente de esta campaña pero que progresa adecuadamente tras el triunfo en Gijón y el empate en Castellón.
Ganar, además, significaría alcanzar los 50 puntos y abrir una brecha de once puntos con el descenso. Un impulso casi definitivo y definitorio que serviría de paso para seguir definiendo a este equipo como auténtico quebradero de cabeza para los rivales en forma.
Y lo que no se nos irá de la cabeza serán los ánimos de la afición. Porque habrá miles de ellos. En pocos días, la hinchada albaceteña agotó las 1.200 entradas y se puso rauda a buscar más. Por lo que se viene una tarde de locura por el Alba y de gran pasión en las gradas, ya que desde Elche se habla de la mejor entrada de la temporada.
Un escenario ideal en un domingo de los de siempre para tratar de vivir, otra vez, momentos irrepetibles.