El Alba disfrutó. Mucho. Pintó de un color tremendamente intenso un día que arrancó gris y nublado e impuso un brillo radiante merced a una actuación brillante. En general y en particular. Porque el equipo firmó un esfuerzo coral que tuvo su máximo exponente en actuaciones individuales para el recuerdo. La solidez del grupo, que dejó su puerta a cero ante uno de los equipos con más pólvora de la categoría, permitió al Alba superar en cada ámbito a un equipazo que llegaba al Belmonte tras diez jornadas sin perder.
Y lo hizo con novedades en el once y soluciones en el verde: volvieron Jaume Costa, Pepe Sánchez, Juanma, Lazo y Kofane. Además, Medina ocupó el flanco diestro. El equipo empezó con ahínco y las primeras ocasiones dignas de reseñar fueron blancas. Riki estrelló el balón en el poste, Lazo rozó el gol con un disparo franco al borde del área, Kofane bregó cada bola, pero en especial hay que destacar dos actuaciones demoledoras.
Sin goles, sin sumar a las estadísticas gruesas pero, por encima de todo, sin aliento dejó a los aficionados ver el despliegue de Pepe Sánchez y Pacheco. Sobrios, capitales, abarcando todo y jugando con un criterio a la altura de las necesidades del equipo. Un partido de tal calado que el ’20’ recibió una ovación de muchos decibelios al ser sustituido y el central, tras jugar todo el partido, fue halagado con razón, como Pacheco, por su entrenador en el post partido, poco dado a diferenciar lo individual de lo colectivo.
Los cambios cambiaron el marcador
Ya de nuevo en la foto en su conjunto, el Alba volvió de vestuarios con las pilas cargadas y las ideas claras. Alberto movió el banquillo y no pudo tener mejor resultado: salieron Morci, Martón y Pablo Sáenz. Y al minuto de estar en el césped, Morci sacó el guante que tiene por pie para ponerla en la cabeza de Martón, que saltó imperial para abrir el eléctrico. Debut goleador a lo grande para el ’19’.
De esta ecuación solo faltaba Pablo Sáenz, que hizo su aparición providencial en el minuto 74 con un golazo para doblar la ventaja. Al joven atacante se le da muy bien el Carlos Belmonte. De ahí al final, el cuadro manchego supo guardar la ventaja, fue llevado en volandas por casi siete mil fieles hacia el triunfo y cerró la tarde como se merecía: con gol. Juanma anotó el definitivo 3-0 en su partido 99 como albacetista. Gran tarde. De carnaval. De luz y de color blanco como este equipo.











































