A quitarse el mal sabor de boca
El Alba llegaba al Belmonte con ganas de un gran bocado dulce. Y por ello salió a comerse el césped. Pero tras un partido emocionante y emocional, se quedó con sensaciones agridulces. Más agrias que dulces, porque pese a sumar, cae al descenso por un punto.
Y ese punto de menos fue lo que le faltó en el verde para sellar el triunfo cuando mejor estaba o adelantarse tras el empate ferrolano. Porque el duelo quedó equilibrado tras varios vaivenes de la balanza. Por pocos centímetros o gramos. El peso de la importancia de los tres punto pesó en ambas escuadras pero no en Vaclík, que hizo una de esas actuaciones que se recordará con el tiempo: dos penaltis parados, varias intervenciones de mérito y constante seguridad y sobriedad. En cada acción. En cada reto.
Y eso que los primeros envites los tuvieron que frenar zaga y meta visitante. El Alba empezó enérgico y potente, teniendo llegadas y el primer gol. En el minuto 25, Quiles culminó una buena jugada trenzada y adelantó al Albacete.
De ahí al descanso, el cuadro local dominó y pudo doblar su ventaja, pero no se movió más el marcador.
La segunda parte fue distinta: el Racing atacó con más mordiente y obligó al Alba a dar un paso atrás. Y también adelante, aunque desde bajo los palos. Vaclík detuvo un penalti con una gran intervención. Y después otro, pero entre medias llegó el empate gallego con el que se cerró el primer partido de esta semana en casa.