Por alto. Por bajo. Desde lejos. A quemarropa. Desde el punto de penalti o la frontal. El Alba llegó mucho pero el gol no llegó. Y muchas veces, por muy poco. El equipo manchego mereció más, tanto por ocasiones como por el sobre esfuerzo de reponerse a la temprana adversidad.
Porque si hizo méritos desde el minuto 1 para empatar es porque ya iba perdiendo en ese momento. A los 18 segundos, en la primera ación que devino tras el saque de centro, el cuadro burgalés se adelantó merced a un cabezazo de Borja a centro desde el flanco derecho. Mucha gente estaba sentándose para ver el partido, en El Plantío o en casa, mientras que al Alba le tocaba levantarse. Y lo hizo, con ahínco.
Empezó a hacerse con el control del balón, a llegar con mordiente y en el minuto 18, gozó de una gran ocasión tras un penalti sufrido por Fidel. El propio ’10’ lo lanzó pero atajó Cantero, que tendría hoy una noche pletórica bajo los palos burgaleses.
El Alba siguió a lo suyo, llegando y haciendo méritos para empatar. Kofane lo rozó, pero el marcador no se movió.
La segunda parte fue más intensa. Poco después de la reanudación, de nuevo el '35' albacetista estuvo a milímetros de rematar un buen centro de Alvaro Rodríguez. Justo a continuación, doble oportunidad, con cada lanzamiento más cerca del gol que el anterior. Primero Lazo con un chut al larguero y en el rechace Agus Medina obligó a Cantero a lucirse.
El cuadro visitante lo buscó, pero el local también. Con varios contragolpes prometedores y un penalti a favor que, imperial, Raúl Lizoain desvió para evitar el 2-0. Gran intervención del meta canario con la que el Alba se mantuvo en el partido hasta el pitido final.
Y lo hizo de nuevo reponiéndose y poniendo la bola en el área local. Con ocasiones ese gran valor que, desgraciadamente, se quedaron en eso y no se pudieron transformar en gol.
Así terminó un día que duele, pero que pronto sanará, con la dosis de Belmonte que tendremos el próximo sábado, desde las 16:15h, ante Málaga CF.












































