Si algo ha enseñado el fútbol profesional al Albacete Balompié

es a tener paciencia en los momentos en los que las cosas no salen como uno espera. “Es momento de darle normalidad. Segunda es una competición muy larga. Habrá momentos de dinámicas buenas y malas. Hay que superar esa primera vez en la que no marcamos gol, que perdemos en casa… situaciones normales que no nos habían pasado. Misma convicción, seguir trabajando y los resultados llegarán”.

Y normalidad y profesionalidad le ha dado Raúl Lizoain tras el choque ante el Éibar. “Raúl nos ha dado más de lo que nos ha quitado. Errores tenemos todos. Tenemos que evitar que pase. Un error puntual no lo valoro como que alguien no esté haciendo las cosas bien. Lo ha afrontado con normalidad. Ha seguido trabajando como venía haciéndolo”.

Un nuevo reto en Anduva

Alberto ha hecho ‘reset’ con la plantilla y el único objetivo ahora es el partido de este domingo en Miranda. “El Mirandés es un equipo joven, dinámico, vertical e intenso a nivel defensivo y atacando. Tenemos capacidad para adaptarnos a los partidos. Tenemos que tratar que el partido vaya hacia dónde queremos. Imponernos en la posesión, que sea productiva e ir mejorando. Queremos que nuestra idea se vaya desarrollando al máximo”. Un partido donde habrá un viejo conocido en el equipo rival. “Siempre es un placer encontrarte con los que han sido compañeros como Julio Alonso. Cuando te enfrentas a jugadores que has tenido antes es un placer saludarlos”.

Seguir creyendo en uno mismo

Alberto sabe que no necesita recuperar la confianza de los futbolistas porque “la confianza es algo muy personal de cada uno. Puede haber altibajos. Intentamos que todos estén con la máxima confianza posible. Somos conscientes de por qué hemos perdido, qué nos acerca a ganar y si tienes los recursos para ello te dará esa confianza”, concluyó.