Los alumnos del Albacete Balompié comenzaban una nueva etapa en el fútbol de mayores. Algo que, como a cualquier joven, puede asustar. Y es que la plantilla de este equipo es la tercera más joven. Sin embargo, la consigna desde el 15 de agosto, cuando el Alba inauguraba su andadura en Segunda División y remontaba un 1-0 en Lugo para imponerse 1-2, ha sido la de valentía, personalidad y reivindicación.
Casualidades de la vida, en la última jornada del curso, el conjunto manchego también arrancó perdiendo, esta vez 0-1 en el Carlos Belmonte, pero el desenlace fue el mismo, 2-1, remontada y victoria.
Y es que, tras una primera parte que pasó desapercibida, los goles llegaron en la segunda. Con el agua empapando el terreno de juego, Dubasin tuvo la mala suerte de anotar en propia puerta a la salida de un saque de esquina.
Sin embargo, el Alba no tardó en responder. El autor fue Bolívar, en su debut como titular, ante su gente, con fe y valentía, punteaba un balón a la espalda de la defensa para salvar la salida del guardameta y poner el empate.
El equipo no dejó de creer y la afición que, pese a la lluvia, no cesó de animar en ningún momento, empujando al equipo y, finalmente, el premio del gol llegó en las botas del defensa con más participación goleadora de Segunda División. Álvaro Rodríguez culminó una jugada coral en la frontal del área para cerrar el círculo de una temporada regular que comenzó como acabó, ganando.
Estas 42 jornadas hemos vivido un sueño. Por suerte, este equipo nos permite seguir soñando. El curso ha sido de matrícula de honor, toca graduarse, lo más bonito. Esta temporada ha sido de locos y ahora queda seguir liándola en los Play Off.