El Alba, con tantísimos kilómetros a sus espaldas, se encuentra de nuevo ante la oportunidad de elegir su vía. Empezando por la estación de Oviedo. Desde las 21h, juega en el Carlos Tartiere ante el Real Oviedo para cerrar la jornada dominical de la semana 27 de competición.
Un viaje que el equipo ha hecho primero en autobús, luego en tren y después, de nuevo en bus hasta el hotel de concentración. Carretera y manta. Una vía de escape para encontrarse a sí mismo fuera de casa, lugar en el que peor se encuentra. Y a las puertas de dos jornadas seguidas en casa.
El Alba durante el curso ha ido andando, conduciendo, volando. En definitiva, avanzando, progresando. Hasta tal punto de llegar en mitad de tabla al partido de hoy. En zona templada a las puertas de caldearse todo. Y ante un partido al rojo vivo.
Porque enfrente estará uno de esos conjuntos para el que se acuñó el termino ‘equipazo’. El Real Oviedo ocupa zona de play off, acaricia los puestos de ascenso directo y se siente especialmente cómodo en el mítico Carlos Tartiere, siendo uno de los mejores locales de LaLiga Hypermotion. Con 44 puntos, cinco partidos sin perder y una derrota en los últimos ocho duelos ligueros, el equipo azul quiere seguir dando pasos en su objetivo más cercano.
Como el Alba, que quiere encadenar alegrías y lavarse el historial como visitante. 34 puntos a mitad de febrero dan tranquilidad, que al final es lo que más se busca, pero nunca relajación. Y la posibilidad de mirar con la misma graduación en las lentes al play off de ascenso y al descenso.
El triunfo del pasado viernes ante el Real Zaragoza (2-1) unido a las buenas sensaciones que da el equipo, capaz de ser su mejor versión ante cualquiera, provoca que el camino de hoy se haga con ilusión y ambición, sin importar cómo es la via que le lleva al objetivo.