Una de las múltiples grandezas del Albacete Balompié, un club que ha pasado todo
Y todo ello lo ha vivido de forma intensa y profunda, es que hasta en sus años más duros, saca momentos inolvidables.
Porque por muy manidos que estén los términos absolutos hoy en día, lo de hoy es absolutamente histórico. Por primera vez en toda su existencia. Más de 84 años, mucho hecho y algo que se acaba de hacer. Algo grande y que será recordado. Las niñas y niños albacetistas recitarán sobre ello dentro de muchos años. Tenerife en casa, en Elda, Eibar en Casa, en Andorra y Leganés en casa. Como una melodía.
Pleno al 15. Marcando cada casilla con tino y demostrando un tesón que también queda grabado en el imaginario colectivo. Y, sobre todo, cuando más se necesitaba. De estar a un más de un partido de los puestos de permanencia, a un partido para sellarla de forma matemática. Porque a este Alba le salen los números y le brota la pasión.
La de todos, la de la afición, en primer lugar
En lo alto, en el pedestal en el que se merece estar. Porque apoyar a tu equipo tiene mérito, pero hacerlo en una situación totalmente adversa denota una fidelidad incondicional. Hoy, más de quince mil gargantas. Sin voz, sin palabras.
También la de una plantilla que se ha rehecho para hacer lo más grande. Un trabajo de todos, en todas las posiciones. Constancia, trabajo y esfuerzo para revertir la situación y brindar alegrías a los suyos.
Y además al cuerpo técnico. Nada es inamovible. Cambios en el once, en el esquema y en las sustituciones para adaptarse a cada situación hasta dejar de adaptarse a ellas para dominarlas del todo.
Higinio fue la principal novedad
Él se encargó de anotar el gol de la victoria. A pase de Fidel, previa a brillante jugada del atacante onubense, que fue otra novedad de inicio. Tan sencillo como lo más complejo. En el minuto 8 y tras varias aproximaciones, el delantero murciano cabeceó en el área para algarabía general. Aunque lo de hoy sea poco común.
El Albacete bien pudo doblar la venta antes del descanso con ocasiones de mucho peligro. Higinio obligó a lucirse al meta rival, Juanma no llegó por centímetros a un centro lateral y Silva se adentró en el área con el colmillo afiliado.
El 2-0 no llegó y a la vuelta de vestuarios tocó aguantar las acometidas rivales. El CD Leganés venía al Belmonte con la posibilidad de ponerse líder y abrir una brecha de cinco puntos en ascenso directo. Lo dio todo y rozó el empate, con ocasiones que pararon más de quince mil corazones. Vaclík, imperial, aseguró su cuarta puerta a cero en cinco partidos con la convicción que le caracteriza y con un esfuerzo colectivo en defensa encomiable.
Incluso casi dobla la ventaja, en una jugada de salón que culminó Fuster con un disparo que rozó el larguero.
Con el 1-0 acabó el partido, aunque hubo más después. Felicidad plena, unión irrompible entre equipo y afición y 48 puntos en el casillero.