El Albacete Conquistó el Belmonte con su Juego Vibrante
Estos días, a caballo entre los días sin trabajo y las comidas de empresa, en la que nos adornamos por algo que aún no ha llegado y en la que no se sabe cuando se está ocioso y cuando trabajando, el Albacete estableció la perfecta mezcla entre laborar y disfrutar: hacer un partidazo en el Belmonte.
Desde el inicio, desde la primera acción. Porque el Alba, aquejado en algún tramo de temporada de salir dubitativo al campo, fue rotundamente claro: ánimo, fuerza y fe.
Ni tres minutos pasaron cuando la madera tuvo que hacer acto de presencia para evitar el primero del Alba. Gran jugada de Quiles, novedad del once, que culminó Alonso con un remate que repelió el palo.
Siguió y siguió, entrando en calor y derritiendo el frío. Con jugadas y acciones que subían la temperatura. Aunque los ánimos no se caldearon hasta el segundo acto.
Ahí, Agus Medina, el termostato del centro del campo, quemó la bola tras una asistencia brillante de Escriche, otra jornada más inasequible al desaliento. 1-0 y más de 9.800 personas bullían en la caldera del Belmonte.
El equipo apretó las tuercas para sellar el triunfo, intentando evitar el factor sorpresa que le privase del pleno de puntos. Y la magia de la navidad se adelantó para que así fuese.
Higinio sacó el tacón para asistir a Fuster, que cruzó el chut para doblar la ventaja, de la misma manera que este equipo siempre dobla la apuesta.
Así concluyó un partido que solo trajo noticias positivas a un equipo que, como los buenos alumnos que se examinan en estas fechas, progresa adecuadamente.