En un partido que acabó sin goles, con el cielo totalmente oscuro y ante el duelo con la temperatura más baja en Albacete de lo que va de temporada, se puede recurrir al manido calificativo de ‘frío’ o ‘quedarse helado’ para resumirlo. Pero la actuación de equipo y afición no merece tal cosa.
Porque el Alba le puso calor, temperatura y ritmo. Solo faltó el gol, que también es una frase muy usada, pero es que literalmente solo faltó el gol. El Alba dominó en el campo, mandó en todos los aspectos excepto en el marcador, que hoy además se estrenaba en el Gol Sur del Belmonte. Un equipo con personalidad, tesón e ideas claras que ya se acercó en el minuto 3. Quiles rozó el gol tras una buena combinación. Esa era la primera de muchas para el Albacete, que progresaba como bola, se afianzaba posicionalmente y fluía sin nerviosismo.
Quiles lo rozó de nuevo, Rueda tuvo una franca oportunidad con un buen chut desde dentro del área. Los centrocampistas tocaban y movían mientras los jugadores de banda abrían el juego. El tanto se mereció y se rondó, pero no hubo manera.
La segunda parte tuvo el mismo patrón. El conjunto manchego atacó sin ataduras y dominó el duelo. Morci con un potentísimo disparo obligó al meta orellut a lucirse con una gran intervención.
Juanma, Lalo, Agus o Quiles tentaron a las redes pero no hubo mordisco. Y tras esta retahíla de palabras hablando de ocasiones claras y ningún gol suele acabar con esa coletilla de “sensación agridulce” pero el sabor que ha de quedar es el buen regusto de la actuación de un equipo que ser vació y demostró ante su afición que está en buen momento. Y los datos así lo corroboran: solo ha perdido uno de los últimos siete partidos ligueros.